TRANSFORMANDO VIDAS A TRAVÉS DEL CICLISMO

16 de Octubre de 2024 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN

Del 2 al 6 de octubre de 2024, la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue el corazón de una hermosa iniciativa: la segunda edición de "Esperanza sobre ruedas". Este evento reunió a 27 ciclistas y 13 voluntarios en un emocionante recorrido de 320 kilómetros entre Medellín y Urabá, celebrando no solo la pasión por el ciclismo, sino también un firme compromiso con la salud y el bienestar de la comunidad.

Bajo la dirección del pastor Mauricio Buitrago, líder del evento y director del departamento de salud de la Unión Colombiana del Norte (UCN), se planificó una ruta que llevó a los participantes a través de paisajes impresionantes y terrenos desafiantes, con paradas en localidades como Santa Fe de Antioquia, Cañasgordas, Mutatá y Apartadó. El pastor Buitrago compartió que cada detalle fue pensado para garantizar la seguridad y el disfrute de los ciclistas mientras llevaban un mensaje de esperanza.

El evento se convirtió en un punto de encuentro para la comunidad, donde se realizaron exposiciones de salud y actividades interactivas. A lo largo del trayecto, los ciclistas ofrecieron "exposalud", que incluían masajes, charlas sobre hábitos saludables y demostraciones del equipo de rescate GARSA con perros entrenados. Se estima que alrededor de 1,000 personas se beneficiaron de estas actividades, que también ofrecieron frutas y literatura informativa sobre salud.

Es fundamental destacar que este proyecto del ministerio de salud fue posible gracias al patrocinio de varias instituciones comprometidas con la causa. Entre los patrocinadores se encontraban ADRA, la Universidad Adventista de Colombia (UNAC), IADPA, el Grupo de Rescate GARSA, Grabados Artísticos, el Colegio Adventista de Apartadó, ICOLPAN, Hope Media Colombia y AWR Colombia. Todos ellos desempeñaron un papel clave para que esta iniciativa fuera un éxito.

Además, el evento no habría sido posible sin el trabajo en conjunto con la Asociación Centro Occidental, que colaboró estrechamente con la UCN para coordinar cada aspecto del proyecto. Esta alianza fortaleció la logística y permitió un mayor alcance en la promoción de la salud y los valores adventistas.

La colaboración con las autoridades locales, como la Gobernación y diversas alcaldías, creó un ambiente propicio para el evento. La seguridad fue una prioridad, garantizada por la presencia de la policía y vehículos de apoyo, lo que permitió a los ciclistas concentrarse en su misión de testificar y promover hábitos saludables.

Luis Miranda, líder de ciclistas de la Asociación Centro Occidental, compartió su experiencia, resaltando la importancia de una buena preparación. "La etapa más complicada fue la de Santa Fe a Cañasgordas, donde enfrentamos un ascenso de 38 a 40 kilómetros. Fue un gran desafío, pero la satisfacción de llegar y de haber compartido un mensaje positivo valió la pena", afirmó. Miranda también enfatizó el compromiso de cada ciclista con la causa: "No solo pedaleamos, sino que llevamos un mensaje de amor y salud a cada comunidad".

El evento no solo fue un éxito en términos de participación y organización, sino que también se centró en la evangelización. A medida que los ciclistas avanzaban, la música y la camaradería atrajeron la atención de la población local, despertando interés en la Iglesia y sus programas de salud. "Al ver a un gran grupo de ciclistas, la gente se pregunta quiénes somos y se interesa en nuestra misión", explicó el pastor Buitrago.

Los testimonios de ciclistas como Jader Jiménez y Mery Luz Soto añadieron un toque personal al evento. Jader, un ciclista experimentado, había deseado participar desde el año anterior, mientras que Mery, quien se unió al desafío por primera vez, expresó su asombro por el apoyo recibido. "Fue una experiencia enriquecedora que me sacó de mi zona de confort", dijo Mery, destacando el papel motivador de su esposo durante el recorrido.

Con el eco del éxito resonando, los organizadores ya piensan en una próxima edición de "Esperanza sobre ruedas", esta vez con la ambición de extender el evento a la costa atlántica e invitar a ciclistas de otros países para un evento binacional. La repercusión del evento en redes sociales ha sido notable, generando interés incluso en la Unión Venezolana Oriental, que busca participar en futuras iniciativas.

"Esperanza sobre ruedas" ha demostrado ser más que un simple evento deportivo; se ha convertido en una plataforma para fortalecer la fe, cultivar amistades y promover un estilo de vida saludable. Con cada pedalada, los ciclistas y voluntarios han sembrado semillas de esperanza en las comunidades que visitaron, dejando una huella duradera en el corazón de quienes se unieron a esta noble causa.